domingo, 30 de noviembre de 2014

¿Cómo corrijo?

Cuando planteo una pregunta abierta en un exámen para mis alumnos la forma de corrección no es la misma para todas las áreas ni para todos los alumnos. En un principio puede no parecer justo, pero trataré de argumentar estas diferencias a la hora de corregir.

Como he comentado en entradas anteriores soy maestra del segundo ciclo de E. Primaria. Esto quiere decir que la tutorización del grupo empieza en 3º de Educación Primaria y acaba al finalizar 4º. Como tutora conozco las características de cada uno de mis alumnos: su nivel, sus dificultades, su capacidad y otros aspectos importantes en su desarrollo que afectan al resultado escolar por ejemplo la implicación familiar.

Les imparto matemáticas, lengua castellana y la lengua autonómica, naturales, sociales, plástica,y atención educativa por lo que paso muchas horas con ellos lo que me permite conocerlos en mayor profundidad. Lo que tendemos a evaluar es contenidos, aunque después en la nota final se reflejará también otros aspectos como comportamiento, trabajo diario, presentación de la libreta (criterios establecidos en ciclo con su correspondiente porcentaje)

A la hora de corregir un exámen, antes de empezar su corrección es inevitable pensar en las características del niño que lo ha realizado, cosa que no ocurre en las pruebas internacionales.

En un exámen de matemáticas es donde corrijo a todos los alumnos con los criterios más similares, ya que en matemáticas los números no dan lugar a interpretaciones subjetivas de los resultados. Por lo tanto, tengo unos criterios que en las preguntas de cálculo y operaciones matemáticas son aplicados de la misma forma para todos los alumnos.  En la resolución de problemas durante la corrección de algunos exámenes concretos aunque aplico los mismos criterios, a la hora de corregir, me dedico a analizar si algunos errores se deben a otro tipo de error que no está relacionado con los contenidos matemáticos.  Por ejemplo: en mi aula tengo alumnos que tienen dificultades con a comprensión de lenguas ya que son extranjeros. Algunos se que muy buenos en matemáticas pero, en el trabajo diario, me cercioro que en sus ejercicios diarios fallan en la resolución de problemas porque no entienden el problemas por cuestión de la comprensión del vocabulario. Teniendo esta casuística procuro usar un lenguaje sencillo en la elaboración de enunciados en general. Pero a la hora de corregir, a veces estoy casi segura que ciertos alumnos han fallado en el ejercicio porque no lo entendieron bien.  Pues a la hora de evaluar evalúo de la misma forma, ya que no tengo establecido cómo diferenciar que los alumnos que lo han fallado ha sido debido a posibles respuestas por mala interpretación a causa de la lengua y no porque realmente hallan fallado en el razonamiento matemático.

Las mayores dificultades están en corregir exámenes de lenguas, de naturales o sociales donde la mayoría de las preguntas son abiertas. Establezco también algunas de respuesta múltiple o otras de verdadero/falso. Normalmente no disponemos de guías de codificación pero si que de una forma subjetiva en las respuestas que me dan mis alumnos interpreto si han adquirido el concepto de lo que pretendo evaluar en base a la respuesta que me da, sabiendo que respuestas serían correctas y cuales no y cuales serían parcialmente correctas o incompletas. Mi forma de corregir y de evaluar va cambiando durante el curso escolar.

Cuando empiezas con un grupo nuevo no tienes la misma información que cuando llevas unos meses trabajando con ellos. al principio, como no tienes un conocimiento más profundo de cada alumnos utilizas la corrección de forma igualitaria para todos. A medida que va pasando el tiempo los conoces mejor y sabes las dificultades de cada alumno. A medida que los conozco más establezco mas diferencias para corregir. Mi planteamiento no se queda en pensar si soy justa o no. Si por justicia entendemos usar los mismos criterios para todos, he de decir que no lo sería. Mi planteamiento es cómo mejorar los aprendizajes de cada uno de mis alumnos e intentar que se esfuercen según las características concretas de cada uno de ellos para mejorar lo máximo. Ello hace esforzarse a todos. En todas las aulas hay niños que tienen más capacidad que otros. Mi corrección la adapto al perfil del alumno para que su esfuerzo sea proporcional a la nota.

Voy a explicarme con ejemplos extremos para comprender mejor si bien hay casos intermedios

Caso 1: Niño con mucha capacidad intelectual, con mucho apoyo familiar, con una actiud muy positiva. Suele sacar siempre muy buenas notas. A este tipo de perfil, empiezo a exigirles más para mantener la máxima nota (empiezo a incluir en la evaluación por ejemplo evaluación de ortografía para que adquieran hábitos de revisión, y de mejora personal y de un vocabulario más preciso de cada área) Normalmente responden bien y suelen mejorar en los aspectos que se les comunica que vas a tener en cuenta) Siempre lo hago de forma que su nota final no se vea perjudicada porque lo que se les exige mas que a los demás.

Caso 2: Niño con capacidad y con problemas a causa de la lengua (extranjeros). No tengo muy en cuenta las faltas de ortografía aunque sean más graves que las del caso 1 ya que considero que forma parte de su aprendizaje natural del idioma. su nivel de esfuerzo es mucho mayor que el del caso 1. Para mantener su motivación no penalizo aspectos de la expresión y del vocabulario, ya que están aprendiendo conceptos en una lengua que no dominan. De forma que evalúo por interpretaciones subjetivas según las respuestas que sean dadas y que me llevan a pensar si ha estudiado y si se aproxima a lo esperado.   Cuando con este tipo de alumnos adquieren mayor dominio de la lengua, entonces ya les exijo que el vocabulario escrito en el examen sea correcto si se ha estudiado en la unidad que evalúo.

Esto quiere decir que al alumno 1 le podría penalizar si no pone un acento y al alumno 2 no penalizarle si en vez de escribir "pájaro" escribe "pejaro".

El proceso de corrección en el aula difiere del proceso de corrección de pruebas internacionales donde se evalúa el sistema educativo. En el aula yo evalúo alumnos, cada uno con unas características. Mi finalidad es que cada uno de ellos aprenda y mejore de acuerdo a sus características, manteniendo su motivación y reconociéndoles los logros. Para llevar a cabo este tipo de evaluación suelo revisar con ellos algunos exámenes donde les explico aquellos aspectos que deben ir mejorando según el alumno que tenga delante.
Por lo tanto considero que soy justa y que busco que aprendan de acuerdo a sus capacidades e intentar que mejores más si tienen capacidad para ello y no se queden en los estándares de contenidos. Nunca evalúo a un niños que tenga más capacidad de forma negativa ni que les perjudique en su evaluación final por tener más capacidad que el resto, aunque mi exigencia es mayor.

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